Si ayer aluciné con el irlandés Van Morrison hoy viajamos al Sur de Gales para comentar a grandes rasgos un disco que me llegó hace una semanita y con el que conecté profundamente ayer por la noche cuando volvía del trabajo.
Crash fue premiada en el 2005 como mejor película en los Oscars de dicho año, algo que se puede o no compartir, para mi lo importante de aquella película fue la canción que cerraba con los créditos, un tema muy comercial, muy pop, llamado Maybe Tomorrow, y que en cuanto acabé de escuchar me fui ipsofacto al PC para conseguirla.
Pues bien, casi cuatro años después y gracias a los ofertones de play.com ví el disco que contenía dicha canción a 3.99€ y junto al primer disco en solitario de Pegi Young formé un pedido de 2 CD's que desconocía completamente. De hecho esos casi cuatro euros que pagué por el disco de Stereophonics estaban altamente justificados sólo por tener la canción en cuestión que tanto me agradaba.
You gotta go there to come back, que así se titula el álbum, está formado por 14 canciones, temas que rondan los 4min de media y en los que encontramos un baile de estilos muy diversos. Leyendo en diferentes páginas he visto que mayormente se les cataloga de Rock Alternativo en la misma onda que Ocean Color Scene o Manic Street Preachers, de hecho entre ellos han girado juntos siendo Stereophonics teloneros. En fin, no soy muy conocedor de este estilo, pero me da igual, no hay que ser ningún sabio para disfrutar de la música, y es nuestro estado de ánimo quien mayormente determina si un álbum nos gusta o no, si conectamos o no dependerá del lugar, momento y estado anímico de cada uno de nosotros. Mi momento con este álbum de los galeses llegó ayer de vuelta a casa del trabajo, y madre mía, menudo viaje de vuelta en tren tan aprovechado.
La banda toca palos que van dese el Rock alternativo, pasando por melodías pop, dejes electrónicos, ritmos con un enfoque muy Soul (temazo High as the Ceiling), temas lentos con un rollo Oasis e incluso la canción I'm alright me ha recordado al Marilyn Manson más calmado. Una verdadera delicia, 14 temas que se pasan agradablemente gracias a esa variación estilística y una inspiración envidiable por momentos (enorme Rainbows and pots of gold).
Si alguien se anima, lo dicho, pasaros por AQUÍ y por dos cervezas tendréis un disco de muchísima calidad
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