The Ocean es una banda alemana que no practica un estilo determinado de música, aunque la palabra Metal siempre deba ir acompañada The Ocean se han forjado una fama de eclécticos con todo su derecho. Desde su debut con el instrumental Fogdiver no han parado de experimentar disco tras disco intentando siempre ofrecer al oyente una experiencia única con su música. Fluxion, segundo LP, para servidor es su mejor obra, donde ya empezaron a introducir voces y melodías vocales, pero su fuerte seguía siendo la instrumentación musical con pasajes que te hacían volar de rabia y otros con los que podías relajarte en tu sofa y dormir plácidamente. Aeolian fue quizás el disco que empezó a darles un nombre fuera de la escena más underground, aunque opino que a fecha de hoy es su grabación menos inspirada. Siempre cuidadosos con sus ediciones tanto en CD como en vinilo hace tres años, más concretamente en el 2007, editaron Precambrian un disco que dejó alucinados a crítica y público por igual, su mezcla de Metal Progresivo, elementos de música clásica, un poco de Core y un poco de post-metal encandiló por fin a todo el mundo.
Hoy, en el 2010, The Ocean podrían haberse asentado y seguir con ese estilo que tantas alegrías les ha dado a sus fans, pero cuando menos lo esperábamos aparecen con un disco llamado Heliocentric que rompe los esquemas a todos sus seguidores y de nuevo las opiniones se dividen. Con un cantante nuevo, Loïc Rosseti, de registros mucho más melódicos y apacibles The Ocean dan dos vueltas de tuerca a su propuesta y paren un LP en primeras escuchas desconcertantes, pero que a medida que uno se acostumbra a su sonido y entiende su cambio las canciones conectan con el oyente solas. Personalmente me quedé un poco decepcionado con Heliocentric, no es lo que buscaba cuando lo oí por primera vez, pero ahora, con el álbum mejor escuchado y asimilado no puedo más que aplaudirles (de nuevo) y rendirme a un talento que parece no agotarse. Heliocentric mezcla su lado más agresivo con instrumentos clásicos como el paino, el saxofon y violines, y no es que sorprenda que hayan optado por esa clase de sonidos, sino el como han sido usados es lo que resulta extraño.
Sea como sea Heliocentric vale mucho la pena y recomiendo a aquellos que no lo hayan digerido por el cambio de propuesta que le presten más atención, que acabarán encantados con este giro. Dadle tiempo, el disco lo merece, la banda se lo ha ganado.
The First Commandment of the Luminaries
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