A veces las noches medio improvisadas son las mejores, eso lo sabe todo el mundo, pero si encima va acompañada de un concierto de estos tipos, la noche sube de nivel de manera tremenda. Chapeau por Los Coronas, lección de Rock en la pequeña Apolo 2 el jueves noche, casi dos horas de actuación de música instrumental repartiendo a diestro y siniestro mucha calidad y saber hacer. Soy sincero cuando digo que no había escuchado nada de ellos y spotifeé algo de su último disco días antes para saber que rollo llevaban, no me mataron. Pero rectificar es de sabios y cuando una banda te demuestra en directo que creen en lo que hacen y lo defienden a muerte, al final uno ha de saber ceder y reconocer la grandeza de ello. Fernando Pardo (guitarra) es un tipo inteligente, lo demuestra cada vez que presenta de manera muy ingeniosa a la vez que divertida las canciones y consigue que el público (que no conozca sus temas) preste atención a cada corte. Bravo. Su propuesta musical es interesantísima, su revisionismo de clásicos acojona y los encuentros estilístico-familiares que se inventan son la guinda. Lo dicho, chapeau!
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