Hace dos días no sabía de la existencia de esta banda, y en cuestión de un par de semanas me he vuelto un fan. Los descubrí por la promotora MadnessLive! la cual está haciento un trabajo digno de admirar con traerse a bandas que son de un público minoritario (también trae a grandes como hizo con Scorpions) pero tienen un sexto sentido que yo al menos con el tiempo he sabido apreciar. Si decidí spotifearlos fue por eso, no hubo otra razón y ya os digo si ha valido la pena.
El concierto tuvo muchas cosas positivas y tan sólo una de negativa, lo de siempre vaya. No es posible que las bandas tan jóvenes toquen sólo una hora, da igual si no tienen repertorio para más, pueden hacer versiones, pero me parece imperdonable que vacas sagradas no bajen de los 120min y grupos casi neonatos no sean capaces de improvisar más minutaje. Es algo preocupante últimamente.
No obstante mi opinión sobre la gran noche que vivimos ayer en Razz 3 no se ve empañada. Blues Pills sacó a relucir todas sus armas: desde una base rítmica hyper consistente, siempre cubriendo a ese enorme guitarra francés llamado Dorian Sorriaux (tiro de Bandcamp, no me sé los nombres) hasta una vocalista que se mete en el bolsillo rápidamente al público con ese chorro de voz que algún ser divino le otorgó. Siempre sonriendo entre tema y tema y sumergida en la música cuando tocaba la banda. Devil Man nos volvió locos, Little Sun fue un éxtasis musical, The River una delicia que revienta las entrañas a cualquiera.
Deseando volver a verles, a ver si finalmente editan un disco como Dios manda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario