domingo, 15 de agosto de 2010

BLIND GUARDIAN – At the Edge of Time (2010)


Me alegra mucho, y lo digo sinceramente, el escribir esta entrada. Me alegra porque por fin los fans de los germanos Blind Guardian podemos volver a decir con orgullo que los Bardos han vuelto con un disco a la altura de lo que se espera de ellos.

Después de editar en 1998 Nightfall in Middle Earth, una de las obras cumbres de finales de los 90 en el mundo del Metal, Blind Guardian entraron en un círculo vicioso y frustrante de hacer las cosas no muy bien, desde sus dos mediocres discos en estudio (A Night at the Opera y Twist in the Myth) hasta un disco en directo que más que eso era un experimento de Pro-Tools de Copy-Paste, aunque con un resultado sorprendente (¡ay malditas tecnologías!). En fin, digamos que no han sido años muy buenos en cuanto a la creatividad de la banda, y es curioso de hecho que lo mismo les pasó a sus coetanos alemanes Gamma Ray y Helloween, que después de editar discos merecedores de ser postulados como de lo mejor de su discografía a finales de los 90, después sufrieron bajones en forma de discos como les pasó en los 80, y es que esta vida se basa en ciclos que se repiten.

Lo verdaderamente importante es que en este año 2010 Blind Guardian han editado un disco llamado At the Edge of Time que seasienta como un retorno a la inspiración divina que nunca debió faltar al inico del siglo actual.

Sacred Worlds da inicio con casi 10 min de mucha intensidad, épico tema acolchado por unos arreglos orquestales creíbles y que dan forma a una middle-suite que debería ser referente a partir de ahora en su música. Lo mismo podríamos decir del tema que cierra el disco, Wheel of Time, adornado de la misma manera y que cierra un círculo estilístico que bien podría servir de guía en próximos lanzamientos. Todo un acierto esta nueva visión de su música, que como se demuestra en estas dos canciones, bien llevada da resultados enormemente positivos.

Tanelorn (into the fire) y Ride into Obsession nos devuelven a discos como Imaginations from the other side, de hecho ambas composiciones parecen ser el eslabón perdido entre aquel disco y Nightfall in Middle Earth. Hoy en día Tanelorn y Ride into Obsession vienen a ser el mayor resumen de la cara dura de la banda. Hansi por momentos llega a desgarros vocales de infarto. Road of No Release para servidor es de lo mejor del disco, con un estribillo que eriza la piel y unos arreglos a medio tiempo sensacionales, cosas así las echaba muchísimo de menos.

Hay momentos tranquilos que vienen dados por dos temas; Curse my Name es una composición muy trabajada, con estructuras y detalles medievales laboriosos, y por suerte donde la presencia de los teclados es nula algo que le da una credibildad a la canción como se merece; War of the Thrones está hecha de otra pasta, empieza con unos acordes de piano y a diferencia de Curse my Name aquí la ambientación de teclado está muy presente, aunque apuesto que será la canción elegida para entrar en el setlist de la nueva gira, como ya dije cuando comenté el single de adelanto la inspiración de nuevo les ha acompañado en un tema de este estilo.

Valkyries siempre que la escucho hace que me venga a la memoria una de las composiciones más brillates de la banda: Bright my Eyes, y claro, dicha comparación no juega a favor de Valkyrires, pero es que de verdad parece que hayan querido hacer una segunda parte de aquel himno incluído en Imaginations from the Other Side. Es en este momento donde se acerca para mi lo más flojo del LP: Control de Divine. Tema que podrían haber descartado, hecho con mucha inercia, sin chispa apenas y donde aún teniendo ciertos detalles interesantes en algunos cambios de ritmo este corte no se aguanta por sí solo.

Sólo me falta por comentar A Voice in the Dark, la cual tiene entrada propia habiendo sido elegida como primer single. Después de ubicarla en el álbum y de haberla escuchado bastante no tengo ninguna duda que debería ser un nuevo clásico de los bardos. No llega al nivel de un Mirror Mirror pero en mi opinión destaca de una manera especial sobre el resto. El estribillo es canela.

En fin, que como podéis leer, Blind Guardian han sorprendido como yo casi ni esperaba y por fin han vuelto a ponerse las pilas compositivamente, hasta me estoy pensando verles en directo donde nunca han dado mucho la talla, pero bueno, eso es otra historia, en estudio pocos rivales tienen los bardos cuando ellos quieren.

1 comentario:

Carlos Tizón dijo...

no se amigo, yo reconozco que a los blind los abandone tras el imagination -disco que me encanta-, y este ultimo no he conseguido pasar del quinto tema, si mucha grandilocuencia y epica, gran sonido pero no se, quizas no estaba lo suificiente predispuesto, le volvere a dar una oportunidad

saludos