lunes, 18 de octubre de 2010

RHAPSODY en el 2010: no eres tú, soy yo

Rhapsody (of Fire) volvieron a principios de este año a la actualidad discográfica con The Frozen Tears of Angels, primer álbum con la potente Nuclear Blast. Después de una mala experiencia con Magic Circle, propiedad de DiMaio (Manowar), los italianos se arropan por el manto de una multi con pretensiones y espíritu independiente para atacar de nuevo a todos sus seguidores. Llevo siguiendo a esta banda desde su debut de 1997 Legendary Tales con el que consiguieron cierto renombre que se vió llevado a lo más alto con su enorme y fantástico segundo disco Symphony of Enchanted Lands un año después.
La verdad que he disfrutado muchísimo con los discos, y canciones, de esta gente, los he seguido en todos sus álbumes, he comprado todos sus LP's y singles cuando tocaba y siempre me he mantenido a la última en sus movimientos dentro del seno del grupo. Considero a Fabio Lione como uno de los grandes cantantes de finales de los 90 dentro del estilo, su voz tiene algo especial y sin duda, por poco que aporte compositivamente, su voz pesa demasiado en la banda como para prescindir de ella. Rhapsody (of Fire) no sería lo mismo sin Lione, como tampoco sería lo mismo sin Luca Turilli, auténtico cerebro de la banda.

The Frozen Tears of Angels, en general, ha tenido muy buenas críticas y los fans han disfrutado mucho con sus canciones. Quizás el disco al que más se parece es a su tercer obra Dawn of Victory, un álbum menos sinfónico y más heavy y directo que con los años ha subido como la espuma en cuanto a popularidad. No sabemos si ha sido una dirección tomada para poder presentar las canciones en una próxima gira sin tanta grabación, o simplemente porque les apetecía ofrecer algo más sencillo y directo. Ojo, al disco no le falta el sello inconfundible de su sonido, seguirás escuchando por doquier esos arreglos orquestales y pomposos, pero las estructuras de las composiciones pasan por un tamiz más austero en ese sentido.

El título de la entrada viene porque estoy realmente perdido y no sé si el disco no me estremece porque le falta a chispa y genialidad de obras anteriores o porque yo he cambiado y ahora busco otras cosas. Seguro que os ha pasado con bandas que seguis desde hace mucho. Quizás ellos siguen con su rollo, con su estilo, que no cambiarán, y es uno mismo el que busca otras cosas. Por eso no sé si darle un aprobado justo o un buen nueve, porque ese algo que sí tenían antes no sé si les falta a ellos o me falta a mí.

Ayyyy... el mágico mundo de la música y los sentimientos...

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