No soy ni pretendo ser ningún experto en teatro, la verdad es que se pueden contar con los dedos de las dos manos las veces que he ido a una función teatral, por eso no pretendo hacer ninguna crítica sobre la obra que presencié ayer, simplemente expreso mi opinión sobre un rato de dos horas sumamente entretenido. No me avergüenzo de no ser un asiduo a las salas ya que mi afición nº1 es la música y la mayor parte del dinero la gasto en ella, cuestión de prioridades, pero la verdad que uno poco a poco se va aficionando al mundo del teatro, y creo que voy a empezar a plantearme la obligación de ir al menos una vez al mes.
La mayor razón para ir a ver El Sopar dels Idiotes fue por el actor David Fernandez, siempre me he reído muchísimo con sus personajes al lado de Buenafuente, es un tío que no necesita hablar para hacerte reír, sus gestos muchas veces son suficientes, y la verdad que hay momentos en la función que parece que se te va a salir el corazón por la boca de tanto pasarlo bien. De hecho comentaba hoy que su papel estrella para mi siempre fue el de "El Gilipollas" y quizás por eso me divertí tanto anoche, porque las similitudes entre ambos personajes son notables.
El resto de personajes ni fu ni fa, hombre, quizás el otro inspector de hacienda (el contraste español) tiene su aquel pero en general la estrella es David Fernández, con diferencia y bien merecida.
Puntos flojos de la obra: Su duración, dos horas, es demasiado, yo cortaría tranquilamente más de veinte minutos, y seguramente la falta de ritmo en la obra es algo a mejorar, hay momentos que son innecesarios y cortan la dinámica al espectador. Sin duda la recomiendo, sólo por un par de escenas destornillantes ya vale la pena pagar la entrada pero mentiría si no dijese que me hubiera ido tranquilamente en la segunda hora.
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