¿Quién necesita estadios para mostrar lo grande que se puede llegar a ser?¿Para qué nos sirve ver a un músico a medio km de distancia si sólo podemos ver con claridad la hora de nuestro móvil? Ayer Eilen Jewell nos recordó que una de las mejores cosas que te puede pasar como público es que vayas una sala con unas setenta personas y disfrutes de uno de los conciertos del año.
No sé si por desconocimiento del concierto, porque había partido de fútbol o porque simplemente no ha habido oportunidad de descubrirla La 2 de Apolo presentó una fría acogida en cuanto a número de personas pero muy cálida una vez empezó el concierto con un retraso de quince minutos. El refrán "más vale sólo que mal acompañado" adoptaría un profundo significado en el concierto de ayer.
Eilen y su (buenísima) banda tocaron una hora y media (casi nos quedamos sin metro!) e interpretaron canciones de todos sus discos más un par de versiones, la mayoría de temas, eso sí, de su alucinante nuevo disco Sea of Tears.
Se nos mostró a un artista a punto de explotar, realmente comunicativa (aprendiendo español sorprendentemente bien) y arropada por unas composiciones escritas para el directo, con un acertado equilibrio en el orden de temas que dió como resultado un setlist ameno, sin momentos bajos.
A esta chica le falta que alguno de sus temas sea elegido para alguna serie de TV o película y que todo el mundo se de cuenta de quien es, aunque personalmente cuando vuelva a visitarnos prefiero que volvamos a ser medio centenar de personas, llamadme egoísta.
1 comentario:
Vaya disco, Sea of tears. No pude verla porque esa noche trabajaba, así que gracias por tu crónica.
¡Saludos!
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