Y por fin llegó este festival progresivo organizado por Mike Portnoy a Europa. Después de causar verdadera envidia en su primera edición a todo seguidor del buen progresivo, este mini festival itinerante llegó a tierras catalanas para deleite de todos. Hombre, nadie puede negar lo atractivo del cartel con dos pesos pesados como son Dream Theater y Opeth pero sinceramente, Opeth es una banda que ha rodado muchísimo por el viejo continente, así que hubiera sido más motivador traerse a alguna banda americana con pocas posibilidades de venir por ella misma.
Sea como sea, un servidor se lo pasó pipa con todas las bandas, empecemos por el principio:
Abrieron la tarde unos desconocidos Unexpect con un show limitado de media hora, y si tuviera la necesidad de ponerle una etiqueta esta sería Tim Burton Metal. Sin ánimo de ofender a nadie, de hecho me gustó bastante su propuesta tan cómica, atrevida, circense y como indica su propio nombre inesperada. El violín le daba un toque de distinción que amarraba más de lo que uno se podía esperar, no música clásica, no música celta. Francamente recomendados en directo.
La joya de la noche para mi no obstante fue Bigelf, banda americana fuertemente influenciada por todo el Rock de los 70, con grandes dosis aquí y allá de Black Sabbath y a la vez de Pink Floyd, y es que su música es eso, un mixto de esas dos bandas clásicas de nuestra historia. Un diez a su actuación. Creo de verdad que lograron gustar a mucha gente y el obejtivo de Portnoy que era hacer descubrir bandas tomó su significado con esta actuación.
Llegó el turno de unas de las bandas más esperadas. A mi, todo sea dicho, Opeth es una banda que me deja un tanto indiferente, y eso lo digo teniendo todos sus discos desde Blackwater Park, y personalmente pocos momentos de subidón encuentro en su propuesta, el problema es tan simple como que no llego a conectar con ellos, aunque disfruto mucho con su sentido musical y admito es todo un placer ponerse a escuchar sus desarrollos instrumentales, pero la composición, la canción, pocas veces me llega. Fue la segunda vez que los veía en directo, y la impresión fue exactamente la misma que en estudio. Creo que llegan a ser demasiado mecánicos en directo y dejan poco margen para la improvisación quizás. Buen concierto.
Dream Theater: esta era la novena vez que veía a una de mis bandas favoritas, la primera fue hace casi 10 años, en la gira de su mejor obra Scenes from a memory, cuando tocaron junto a Spock's Beard en la Sala Zeleste (Razzmatazz) de Barcelona. El crecimiento de a banda en niveles de popularidad ha ido a más disco tras discos, eso es innegable, bueno, es una cuestión de números, Black Clouds & Silver Linings es su disco más vendido en toda su carrera, así que poca discusión podemos tener. Otro tema es el acomodamiento que han sufrido en los dos últimos discos de estudio en cuanto a la fórmula de su éxito, pero en fin, de esto hablaremos dentro de poco en la crítica que haré a su último disco.
Ver a Dream Theater en un show de menos de dos horas debería de estar penado por ley, y es que como decía mi colega Jordi en The Metal Circus a los fans nos han malacostumbrado a un nivel de exigencia tan alto que ahora, en un concierto de este tipo, nos sabe a poco, y creo que todo el mundo que vió a la banda estará de acuerdo. Falto minutaje y faltaron temas de sus tres primeros discos. Soy el primero en rendirse a sus pies con el colofón final que fue The Count of Tuscany o la preciosa versión de Hollow Years que interpretaron, pero nos dejaron con la miel en la boca pensando que seguramente caería ALGO de sus tres primeras obras. De ahí que la puntuación del concierto baje de un 10 a un 9.5.
Ahora a esperar nuevo disco en estudio (¿dos años?) y que se decidan a retomar aquellas gira llamadas "An evening with Dream Theater" de más de tres horas de duración. Gloria bendita.
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