Peliculón. Aún ahora, pasado un día, estoy con la sensación de haber asistido al cine a ver un PELICULÓN en mayúsculas, satisfecho, y totalmente lleno de haber pasado un par de horas delante de una dirección casi sin fisuras. Para nada coincido en la devoción de Scorsese con su actor fetiche Leonardo DiCaprio, pienso que muchas de sus películas, incluída esta, ganarían mucho más con mejores actores. Lo que queda en el aire es saber si en el caso de Shutter Island esa misma devoción ha inspirado de sobremanera a Scorsese. Aclaro: DiCaprio está muy bien en el film que nos ocupa, pero yo personalmente no me lo creo, no me llega a tocar la fibra en los momentos que el personaje palidece. Del resto no tengo objeción alguna, la película contiene una ambientación gris y tensa que atrapa desde el inicio, más si encima esta acompañada de una fantástica banda sonora, ejemplo claro es el inicio cuando llegan a la isla: sin palabras.
Lástima que el final se vea venir desde mucho antes que ocurra, aunque nadie pueda poner la mano en el fuego hasta que Scorsese decida cuando es el momento, y aún así, en el último segundo uno espera un cambio radical que de la vuelta a la historia. Pocos films habrá este año mejores.
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