Desde que los suecos Pain of Salvation editaron Be, o lo que es lo mismo: su cénit musical, para muchos, incluído yo, los de Daniel Gildenlow no han vuelto a editar un disco que en su totalidad nos deje enteramente satisfechos, y aunque este Road Salt One sea un álbum con momentos brillantes, de nuevo les ha faltado esa guinda que sí tenían discos como The Perfect Element o Remedy Lane.
No hablo de estilo, Pain of Salvation no tienen estilo, ellos plasman en cada disco su estado de ánimo y sale lo que sale. No me quejo por el hecho de que desde Scarsick su lado más prog haya descendido, eso me da lo mismo, de hecho conecto más con este Rock setentero de Road Salt que con aquel Prog Metal (por llamarlo de alguna manera) de antaño.
Es curioso que cuanto mejor músico es Daniel y su tropa su música refleje una mayor simplicidad, y un buen ejemplo de eso es la canción que da título al álbum y la cual intentaron colar en el festival de Eurovisión del presente año, una fenomenal composición cargada de sensibilidad gracias a la voz de Daniel, una de las mejores interpretaciones de su carrera si o si:
Parece que el disco está teniendo bastante apoyo desde su discográfica, al menos se ha editado en varios formatos y parece que por fin se decidirán a hacer una gira en condiciones y que si no hay contratiempos al fin pasarán por España en una gira propia, esperemos que sea así. Ahora sólo nos queda esperar al segundo volumen de Road Salt y poder cerrar el círculo de este doble álbum. La primera mitad me ha dejado satisfecho, ha saciado el hambre que tenía de los suecos, pero espero más de ellos, sé que pueden ser mejores, así que no espero deshechos en Road Salt Two. Veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario