domingo, 5 de diciembre de 2010

Into the Wild (2007)


A comienzos de los años noventa, el joven e idealista Christopher McCandless (Emile Hirsch), abandona su vida en la civilización, se cambia de nombre por el de Alexander Supertramp, deja sus posesiones y dona sus 24.000 dólares de ahorros a la caridad para poner rumbo a la salvaje Alaska, donde espera encontrarse con la verdadera naturaleza y con la verdad de su existencia. Basada en el best-seller de Jon Krakauer, que con su libro -basado en las notas del diario que el joven escribió en sus viajes- inmortalizó la historia de McCandless. (FILMAFFINITY)
Me habían recomendado tantas veces este film que al final hasta la compré en Blu-ray sin haberla visto, más que nada porque todo el mundo coincidía que era una de esas películas con las que disfrutas muchísimo de sus paisajes y fotografía, y claro, si es en alta definición pues mejor.
Y así ha sido, meses después de esperar en la estantería ayer encontramos un hueco para disfrutar de esta película dirigida por Sean Penn. Decir que aparte de los impresionantes paisajes americanos que aquí se muestran y por los cuales a uno le dan ganas de irse para allí ipsofacto, lo mejor del film es el mensaje que da y con el que cada día que pasa estoy más de acuerdo de que en esta vida las experiencias compartidas y el conocer a otras personas es lo más preciado que podemos tener. No sólo nuestra propia familia, que por supuesto es lo número uno, sino las relaciones que cada uno, como muestra el film, se va encontrando a lo largo de su camino, algo más complicado de lo que puede parecer a simple vista, y menos obvio de lo que pretendemos que sea.
No obstante he de decir que a mí la actitud del protagonista con respecto a su familia no me gusta, y que todo lo que a muchos les parezca una búsqueda espiritual con la naturaleza a mí me sabe a egoísmo en buena parte. Simplemente es que quizás no lo entienda, quizás es que es más sencillo y no comparto ciertas decisiones en el film, aunque al final todo esto me sabe a segundas y me quedo con conclusiones a veces tan obvias como cuando escribe lo de que la felicidad plena se consigue compartiéndola, algo que como decía cadá año que pasa lo veo más claro.

1 comentario:

J.M.B. dijo...

Empecé a verla y ahí la tengo, olvida.

Saludos